Marco regulatorio para el desarrollo de la industria del cannabis medicinal y el cáñamo industrial
El miércoles 3 de junio del 2021, jornada en que el Ministerio de Desarrollo Productivo de la Nación presentó ante el Consejo Económico y Social el proyecto de nuevo marco regulatorio para el “desarrollo de la industria del cannabis medicinal y el cáñamo industrial” será un día que muchos recordaremos.
Pudimos participar de un hecho histórico, pues no todos los días se anuncia la intención de crear un nuevo sector dentro del entramado productivo nacional.
La militancia histórica de muchas organizaciones y activistas cannabicas gestaron este momento, y mucho de lo conseguido encuentra allí una gestación que se debe agradecer y reconocer.
La iniciativa, que establece los mecanismos para la regulación de la actividad y fomenta el desarrollo de su cadena productiva, es la exteriorización de una visión estratégica que interpreta la oportunidad que la economía del cannabis le está planteando al mundo y a nuestro país..
Los números son inapelables. En los últimos diez años, el mercado legal del cannabis a nivel global se ha expandido de cero a 9.100 millones de dólares en la actualidad y se proyecta que el mismo se multiplique por 10 para el 2030. Así, en la próxima década, diversas formas de utilización de los derivados del cannabis formarán parte de las rutinas diarias de los consumidores en infinidad de productos tanto medicinales como de consumo masivo.
La puesta en marcha de una industria nacional de cannabis, representa un desafío que supone el desarrollo de una agenda de inversión, producción, innovación, generación de empleo y divisas, de la mano de la dinamización y diversificación de la matriz productiva de nuestras economías regionales.
Argentina ostenta un liderazgo global en producción agropecuaria. Somos un país agroindustrial, con capacidad instalada, recursos humanos capacitados, una institucionalidad tecnoproductiva muy potente, un ecosistema académico y científico de excelencia. También tenemos una de las comunidades emprendedoras más vibrantes de Latinoamérica. Estamos en condiciones inmejorables para hacerlo realidad.
El proyecto de ley propone la creación de una “Agencia Regulatoria de la Industria del Cáñamo y del Cannabis Medicinal” (ARICCAME), que tendrá la función de otorgar autorizaciones para producción (licencias), comercialización interna y exportaciones, asi como regular, administrar y fiscalizar toda la cadena productiva de cannabis y cáñamo, coordinando acciones con las distintas instituciones del Estado para fomentar el desarrollo del sector.
La ARICCAME funcionará en la órbita del Ministerio de Desarrollo Productivo y en la misma estarán representados el Ministerio de Salud, el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca, el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación y el Ministerio de Seguridad.
Los recursos de Ariccame provendrán de la percepción de la tasa de fiscalización de los sujetos autorizados; las asignaciones previstas en el Presupuesto; las donaciones; y todo otro aporte público o privado destinado al cumplimiento de los fines y objetivos.
Su objetivo final será permitir el desarrollo de una industria del cannabis de base nacional, facilitando la creación de un mercado interno que habilite la comercialización de flor seca, fitoterápicos y especialidades medicinales, el uso de cannabinoides en cosméticos, alimentos, bebidas y productos veterinarios, así como la transformación de su biomasa en diversas formas de utilización industrial, como fibras textiles, bioplásticos, celulosa de papel, materiales de construcción, sólo por mencionar algunos.
Se pretende además fomentar desarrollo de encadenamientos productivos y de valor agregado para uso medicinal y fitoterapéutico mediante un marco regulatorio que permita regularizar diversos proyectos que hoy están poniéndose en marcha, y poder complementar la Ley 27.350/17 que regula la investigación médica y científica del uso medicinal de la planta y su decreto reglamentario es el 883/20. Se apunta a garantizar la trazabilidad de los procesos productivos con destino medicinal, para permitir que Argentina se posicione con una marca país asociada a la máxima calidad de producto, valorizando sus exportaciones.
El proyecto de ley no legislará aprobaciones para uso médico o terapéutico, proceso que seguirá sujeto a la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT). El autocultivo tampoco está comprendido en esta iniciativa y continuará su regimiento por la ley 25.350.
Con la sanción de este marco normativo, nuestro país podría generar ingresos de divisas por USD 1.000 millones en los próximos diez años y generar 10.000 puestos de trabajo en 24 meses, lo cual no es un dato menor, según proyecciones de la cartera productiva.
Es destacable la decisión de hacerlo poniendo a los emprendedores, pequeñas y medianas empresas, cooperativas y sectores de la sociedad civil como protagonistas de ese tiempo.
También lo es la loable intención de evitar la generación de una concentración de mercado en pocas manos o maniobras especulativas con las licencias, especificando que «cualquier eventual fusión, cesión o transmisión de acciones o fondos de comercio de las personas físicas o jurídicas autorizadas por Ariccame requerirá, también, de una autorización previa y expresa de la Autoridad Regulatoria».
Asimismo, el hecho de que se contemplará «muy especialmente aquellas solicitudes orientadas a contribuir al desarrollo de las economías regionales y promover la actividad de cooperativas y de pequeñas y medianas empresas productoras agrícolas» atendiendo la inclusión de la perspectiva de género y diversidad en su otorgamiento. Para este fin, se trabajará en conjunto con el Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (I.N.A.E.S).
Además se prevé un programa especial destinado a los emprendimientos de las ONG de la sociedad civil que han desarrollado saberes, conocimientos y experiencias propias acerca de los diversos usos medicinales, terapéuticos y paliativos de la planta del cannabis.
La presentación contó con la presencia (virtual) de diputadas, senadores y gobernadores de distintas provincias. Una señal de apoyo que va del norte hacia el sur del país.
El cannabis puede convertirse en una apuesta estratégica para el país. Este proyecto es la puerta para que eso suceda. Esperamos su rápida sanción por parte del Congreso de la Nación, con la firme convicción de que esta ley se transformará en la herramienta clave para incubar al sector, garantizar su despegue, sostenibilidad y proyección internacional.
De aprobarse y convertirse en ley, el Poder Ejecutivo tendrá 180 días hábiles para su reglamentación.
Muy buen trabajo el que se viene haciendo, silencioso pero contundente. Felicitaciones al grupo de cannabicos y cañameros
Importantísimo proyecto, muy sentido por una parte muy grande de.la.sociedad, sobre todo en lo referente al uso medicinal. La cadena industrial, asegura desarrollo tecnológico y creación de empleo. Felicitaciones a todes les que han militado y trabajado el proyecto
Es el final de un trabajo militante y de mucha conciencia social por parte de los compañeros. Felicitaciones a todes.
Excelente 👏👏✌✌
Es muy importante!! porque es pensar el desarrollo de medicamentos desde otro paradigma!!vamos Argentina nacional popular y diversa
“La presentación contó con la presencia (virtual) de diputadas, senadores y gobernadores de distintas provincias. Una señal de apoyo que va del norte hacia el sur del país”.
Sobre este tema, tengo entendido que el pretendido “emperador gerardo morales” de Jujuy, le ha otorgado el permiso exclusivo a uno de sus hijos para que explote una famosa propiedad provincial denominada “Finca El Pongo”, para la producción de cannabis. No me imagino como puede hacer semejante negociado el gobernados que tiene de presos políticos en sus dominios con evidentes abusos de autoridad y atropellos a la independencia de poderes, ya que maneja la justicia local a su antojo.